Cada 1 de octubre en Paraguay, el "Karai Octubre" toma vida en los hogares con el aroma inconfundible del jopará, un suculento guiso de poroto, locro, carne y vegetales. Esta tradición gastronómica está cargada de misticismo y simbolismo. Según la creencia popular, el Karai, un anciano misterioso, recorre las casas ese día, buscando a los que no están preparados para la escasez que trae el mes de octubre, el más difícil para la cosecha y la economía doméstica. Aquellos que lo reciben con la mesa vacía son castigados con la pobreza, mientras que quienes sirven un buen plato de jopará aseguran la abundancia para el resto del año.
Más allá de su valor culinario, esta costumbre nos invita a reflexionar sobre la importancia de preservar las tradiciones. En un mundo cada vez más globalizado, donde las costumbres tienden a diluirse, mantener vivas estas expresiones culturales son esenciales. No solo nos conectan con nuestro pasado y nuestras raíces, sino que nos recuerdan la fuerza de la comunidad, la solidaridad y la necesidad de compartir.
El Karai Octubre es un recordatorio anual de que las tradiciones son el vínculo entre lo que fuimos, lo que somos y lo que aspiramos a ser. Cada cucharada de jopará es una forma de reafirmar nuestra identidad y de proyectar nuestras esperanzas en el futuro.