Cada 5 de diciembre, Paraguay celebra el Día del Voluntariado. Esta fecha invita a reflexionar sobre el impacto transformador de quienes dedican su tiempo, esfuerzo y corazón al servicio de los demás sin esperar nada a cambio. Esta conmemoración coincide con el Día Internacional del Voluntariado, establecido por la ONU en 1985, como un reconocimiento global a quienes fortalecen el tejido social a través de su entrega desinteresada.
En Paraguay, esta fecha cobra un significado especial al recordar el rol crucial del voluntariado en el desarrollo comunitario, la atención a los más vulnerables y la construcción de un país más solidario. Diversas organizaciones, desde cooperativas hasta grupos independientes, se han unido a esta celebración promoviendo valores como la empatía, la cooperación y el compromiso ciudadano.
El voluntariado no solo transforma vidas ajenas, sino que también enriquece a quienes lo practican, fomentando habilidades, promoviendo el sentido de pertenencia y ampliando perspectivas. En un mundo donde los desafíos sociales y económicos son cada vez mayores, el acto de tender una mano amiga resuena como una poderosa herramienta de cambio.
Este 5 de diciembre, sería loable hacer un llamado a la acción y a la gratitud hacia quienes hacen del altruismo un motor de esperanza y resiliencia. Porque ser voluntario es más que un gesto; es una forma de vivir.